Estudiantes del grado 1° de la Corporación Colegio San Bonifacio de las Lanzas, protagonizaron un interesante cierre de proyecto llamado Rarezas del Mundo, una iniciativa diseñada bajo las líneas del misterio, la transformación y la supervivencia.
“Los niños quisieron indagar sobre diferentes preguntas que ellos tenían para resolver misterios científicos o tecnológicos. Lo que nosotros hicimos fue guiarlos sobre esos misterios, ayudarlos a descubrir que el mundo está enriquecido con cantidad de avances, y datos históricos, y mostrarles cómo funciona el mundo en general”, manifestó Johana Céspedes, docente del ciclo exploratorio.
La actividad, contó con seis módulos (Volcanes, Ecositica, Fondo del Mar, Pirámides de Egipto, Bestiario, La Escuela del Misterio y Parásitos), en los que los estudiantes interactuaron con los padres de familia y les mostraron el paso a paso de la investigación realizada.
“Me gustó mucho el proyecto porque aprendimos muchas cosas que no sabíamos. Sobre la especies misteriosas que hay en el fondo del mar y no conocíamos” señaló uno de los estudiantes expositores.
Regalos sorpresa
Al final, los padres de familia regresaron casa, no solo con la satisfacción de haber conocido todos los detalles de Rarezas del Mundo, sino con dos obsequios elaborados directamente por los estudiantes.
“Los niños dibujaron los animales que trabajaron durante el proyecto teniendo en cuenta sus formas y texturas, y luego, realizaron la escenografía, que partió de revisar procesos de representación y figuras tridimensionales. Hicieron estudios de perspectiva, para poder hacer representaciones de esos espacios tridimenacionales en un plano. Se rompió el esquema de plano que ellos tenían para dibujar, lograron dibujos en tercera dimensión y con profundidad para obsequiarles a los padres de familia”, indicó la docente Giovanna Faccini.
El otro regalo, fue la versión de uno de los animales mitológicos hecho con porcelanicron.
“El trabajo inició con la revisión de los parásitos en el laboratorio, y luego los volvieron villanos. En la historia, la bestia transformaba al villano en bueno, es muy fácil exterminar al enemigo, la tarea era convertirlo en algo positivo, y eso fue lo que precisamente hicieron los estudiantes. Luego se hizo transformación de la materia. Se utilizó glicerina. Ellos hicieron las mezclas, le pusieron esencias y utilizaron toda su creatividad. El producto final fue: bestias mitológicas en porcenalicron”, finalizó la docente Giovanna Faccini.