Cómo la testosterona del mellizo varón afecta a su hermana

Durante el desarrollo fetal de una pareja mixta de mellizos, la exposición a la hormona masculina reduciría el éxito social y económico, así como la fertilidad de ella.

Para la mujer, compartir útero con un hermano mellizo resultaría en alteraciones físicas y de conducta que impactarían en el éxito de su vida adulta. [iStock/janulla]

 

 

 

 

 

Dentro del útero materno, la exposición a la testosterona de su hermano mellizo influenciaría la vida adulta del feto femenino. Así concluye un estudio publicado en tiempo reciente por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

En concreto, estas mujeres presentarían una menor probabilidad de completar la educación secundaria y universitaria, un 15,2 y un 3,9 por ciento, respectivamente. Ello repercutiría de forma negativa en su nómina salarial a lo largo de toda su vida laboral. Asimismo, a nivel personal, también reduciría, en un 11,7 por ciento, las expectativas de contraer matrimonio, así como la tasa de fertilidad, en un 5,8 por ciento.

La investigación, liderada por Kjell G. Salvanes y su equipo, de la Escuela de Economía de Noruega, en colaboración con científicos estadounidenses, recoge datos de 13.800 parejas de mellizos noruegos nacidos entre 1967 y 1978.

Después de considerar factores como la fecha de nacimiento, la educación y edad materna y el peso de los bebés al nacer, el análisis estadístico reveló que, en parejas de mellizos mixtas, compartir útero con un hermano varón se asociaba con un peor rendimiento académico, bajas perspectivas laborales y menor probabilidad de contraer matrimonio o de concebir hijos.

Para los investigadores, estos resultados confirmarían la hipótesis de la transferencia de testosterona entre mellizos. Ésta sugiere que la hormona masculina induciría cambios en el organismo femenino capaces de alterar rasgos físicos y de conducta. Efecto que, a largo plazo, impactaría en las distintas etapas vitales de ella. En cambio, no se observó influencia alguna de las hormonas femeninas sobre los varones.

El estudio de mujeres cuyo mellizo pereció antes del primer año de vida, y por lo tanto educadas como hijas únicas, produjo los mismos resultados. Por consiguiente, los autores descartaron que la crianza junto a un hermano fuera el origen de dichas diferencias.

En los últimos años, la tasa de nacimientos múltiples ha aumentado a consecuencia de varios factores, como el incremento de los tratamientos de fertilidad. Salvanes y sus colaboradores destacan que por tanto cada vez más niñas se expondrán a niveles altos de testosterona durante el desarrollo embrionario. Aunque la presente investigación solo contempla datos de la población noruega a lo largo de un período concreto, no descartan que las conclusiones pudieran aplicarse a otros países. Sin embargo, será necesario realizar nuevos análisis a fin de confirmar el hallazgo.

 

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